sábado, 27 de agosto de 2011

Memorias de Verano - LVIII

Manifiestan en estos días los nuevos responsables del gobierno de la Diputación de Málaga que se marcan como prioridad la colaboración con los municipios más pequeños. ¡Bienvenidos al mundo de la comprensión de lo que realmente ha de ser el objetivo de un gobierno intermedio entre los locales y el autonómico! Y es que entre los años mil novecientos noventa y cinco y mil novecientos noventa y nueve, cuando gobernaron la institución principal, no actuaron conforme a lo que ahora manifiestan. Ejemplo: construyeron un centro de salud en Torremolinos y una piscina cubierta en Fuengirola, pero cerraron los parques de maquinaria para la mejora de los caminos rurales de la Serranía de Ronda y de la Axarquía, porque municipios de doscientos cincuenta, trescientos y quinientos habitantes, como es fácil de entender, no podían hacer frente por sí solos a los gastos originados por la maquinaria y empleados que se desplazaban para trabajar en los caminos de sus localidades. Desconocían entonces los populares que una de las potencias de las diputaciones es la capacidad que tiene de beneficiar a los pequeños municipios mediante la aplicación de una eficaz y eficiente economía de escala. A partir de mil novecientos noventa y nueve, el gobierno de la Diputación presidido por el socialista Juan Fraile, reabrió los parques de maquinaria cerrados por los populares, creando sendos consorcios entre la institución provincial y las locales.

Además de la actividad de los parques comarcales de maquinaria, entendiendo que la misma no era suficiente para atender la red de caminos rurales de la provincia, el gobierno socialista de la Diputación inició una interesante colaboración con la administración autonómica y con los ayuntamientos de la provincia, a través de un convenio por el que se comprometía a colaborar asumiendo un porcentaje de las cantidades que aquéllos se comprometían a aportar para financiar las actuaciones contempladas en sus municipios. El veintisiete de agosto de dos mil tres, tras mantener una reunión de trabajo con Paulino Plata, Consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, comparecimos ante los medios de comunicación para dar cuenta del desarrollo del convenio vigente y de la ampliación del mismo.

¿Por qué, como he comentado en el asunto anterior, gobernó el Partido Popular la Diputación de Málaga entre mil novecientos noventa y cinco y mil novecientos noventa y nueve? Porque el PSOE, en las elecciones locales de mil novecientos noventa y cinco obtuvo ocho diputados provinciales, tras perder diez de los que tenía anteriormente y la mayoría absoluta. En las elecciones de cuatro años después, el PSOE obtuvo doce diputados, lo que le permitió gobernar al alcanzar un acuerdo con izquierda Unida y con el Partido Andalucista. En esas elecciones, Juan Fraile era el Secretario General del PSOE de Málaga, Salvador Pendón el Secretario de Política Municipal y Marisa Bustinduy miembro de la dirección provincial. Cuatro años después, en las locales de dos mil tres, el PSOE obtiene catorce diputados y mantiene el gobierno de la Diputación mediante un pacto con Izquierda Unida. Marisa Bustinduy era la Secretaria General, Salvador Pendón era Secretario de Política Municipal del PSOE de Andalucía y Juan Fraile Presidente de la Diputación. En las elecciones de dos mil siete el PSOE obtiene quince diputados y mantiene el acuerdo con Izquierda Unida y el gobierno provincial. Marisa seguía siendo Secretaria General y además Vicepresidenta de la Diputación, al igual que Juan Fraile, y Salvador Pendón era Presidente de la Diputación. En las elecciones locales de dos mil once, el PSOE obtiene en Málaga diez diputados, perdiendo el gobierno de la Diputación. Ni Juan, ni Marisa, ni Salvador tienen cargos orgánicos cuando se celebran las elecciones. Marisa estaba ocupada en el Parlamento de Andalucía y la dirección provincial del PSOE había dejado claro desde muchos meses antes de las elecciones que no contaba ni con Salvador ni con Juan. Si alguien está convencido de que las cosas así no sucedieron, que lo demuestre.

Cuando el cinco de julio de dos mil siete presento a los medios de comunicación las responsabilidades que cada uno de los diputados asumirían en el nuevo gobierno de la Diputación, el ambiente en las filas socialistas era de euforia pues, como digo más arriba, a sólo un diputado estuvo el PSOE de alcanzar la mayoría absoluta tras las elecciones locales celebradas algo más de un mes antes. En la fotografían, por encontrarse fuera de la provincia en aquel momento, faltan Marisa Bustinduy y Encarnación Páez, una de los dos diputados de Izquierda Unida. Obsérvese que entre las presentes y la ausente, las mujeres del grupo socialista suman seis, con lo que se cumplía el criterio de paridad entre sexos al que el PSOE se obliga desde hace años.

La falta de complejos de quienes conforman el nuevo gobierno de la Diputación de Málaga va pareja a la incompetencia de algunos medios de comunicación de la provincia o de quienes trabajan para ellos. De otra manera no se explica que hace unos días trasladaran, tal cual y sin contrastar, la información que les facilitaba el Vicepresidente de la institución dando cuenta de que entre dos mil once y dos mil doce se aplicará un Plan de choque para la mejora de la red viaria provincial por importe de cinco millones de euros. Cuesta creer la falta de profesionalidad que “compra el mensaje” a ciegas, en lugar de indagar y requerir datos que, en este caso, hubieran dado como resultado la evidencia de que los responsables de la red viaria dependiente de la Diputación tienen “más cara que espalda” y “venden” como novedosas las actuaciones ya previstas. ¿O cómo piensan los periodistas que trasladan la información que un equipo de gobierno que toma posesión el veinticuatro de junio va a disponer mes y medio después de los proyectos técnicos y de la financiación para actuaciones por importe de cinco millones de euros?

Como malagueño preocupado por las cosas de su provincia, sin que en la intensidad de esa preocupación tenga que ver el desempeño o no de responsabilidades institucionales, me daría por satisfecho con que después de los próximos cuatro años, el gobierno de la Diputación actual haya invertido el cincuenta por ciento de lo que en los últimos cuatro el gobierno socialista de la provincia aplicó en la mejora y mantenimiento de la red viaria. El dos de julio de dos mil diez, con la asistencia de los alcaldes de ambos municipios, visitamos las hacía poco terminadas obras de mejora de la carretera entre Cañete la Real y Almargen, en un día de viento intenso, que no en vano es la del Guadalteba la zona de la provincia que con más aerogeneradores ha pintado el horizonte de cerros y colinas.