martes, 1 de noviembre de 2011

Dicho queda

En atención a las proclamas de los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español en Málaga exigiendo el esfuerzo de cada uno de los militantes y la unidad de la organización en el objetivo de ganar las elecciones en la provincia el próximo 20 de Noviembre y considerando que quizás pueda ser de interés mi aportación en la ya inminente campaña electoral en razón de las más de dos décadas y media en las que desde los ámbitos orgánico e institucional he servido al Partido, asumiendo durante veinte años la Secretaría General de la Agrupación Local de Ardales, siendo titular de la Secretaría de Política Municipal de la Comisión Ejecutiva Provincial cuando en 1999 recuperamos el gobierno de la Diputación Provincial y de la Comisión Ejecutiva Regional cuando en 2003 ganamos las elecciones locales en Andalucía al Partido Popular, ejerciendo durante veinte años la Alcaldía de Ardales después de haber encabezado la candidatura que en seis elecciones resultó ganadora en la localidad, siendo vicepresidente de la Diputación provincial cuando de 12 diputados socialistas pasamos a 14 en 2003 y Presidente cuando de 14 pasamos a 15 en 2007, habiendo sido durante cuatro años Presidente de la Comisión de Diputaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias, portavoz del Grupo Socialista y responsable de Infraestructuras en la Diputación, creyendo no haber olvidado los argumentos de defensa de la acción política socialista, refrescados recientemente por la participación en treinta actos de precampaña y campaña en las pasadas elecciones locales, y convencido de que el PSOE tiene las escrituras de propiedad de mis conocimientos políticos, de mi experiencia política y de mi vocación política, aceptaré con la misma disciplinada ilusión con la que siempre lo he hecho cualquier encargo que me haga el Comité Electoral de mi Partido en Málaga, a excepción de actos de campaña en las puertas de los colegios a las nueva de la mañana, porque a esa hora hace ya un rato que estoy en el interior de uno de ellos, y con la única exigencia de que igual trato se dé a todos los compañeros y compañeras que están en idénticas o parecidas circunstancias a las que acabo de mencionar con relación a mi persona.