domingo, 31 de julio de 2011

Memorias de Verano - XXXI

Pocas acciones de gobierno han recibido tantas y tan agrias críticas como los programas dirigidos a la provisión de infraestructuras y equipamientos en el medio rural y al complemento de rentas de los trabajadores agrícolas desempleados de Andalucía y Extremadura. El Plan de Empleo Rural (PER) primero y el Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios (AEPSA) después han sido blancos de furibundos ataques por parte de la derecha más reaccionaria, que nunca ha podido soportar que los jornaleros hayan tenido al alcance la posibilidad de superar las condiciones de semiesclavitud que hasta no hace tanto eran habituales en la mayor parte de nuestros pueblos. ¿Se ha producido fraude en la percepción del subsidio? Sí. Pero el mismo es sólo una de las caras del programa y, en todo caso, no se puede desacreditar el todo porque una parte se haya aprovechado de la falta de control. Lo cierto es que el PER frenó en su día el proceso de despoblamiento que desde dos décadas antes venían soportando las zonas agrícolas y ayudó a que nuestros pueblos estuviesen en mejores condiciones para atender las demandas lógicas de los ciudadanos en una sociedad que se reclama moderna.

La Junta de Andalucía ha venido colaborando con las actuaciones de los antes mencionados programas aportando, para la adquisición de materiales, la cantidad correspondiente al cuarenta por ciento de la empleada para la contratación de mano de obra. Esa colaboración se canaliza a través de la suscripción de un préstamo subvencionado por parte de las diputaciones. El treinta y uno de julio de dos mil seis firmamos en Sevilla el de la correspondiente anualidad, en presencia de los consejeros de Economía y Hacienda y Gobernación, José Antonio Griñán y Evangelina Naranjo, respectivamente.

Hace algunos años que el Patronato de Turismo “Costa del Sol” introdujo entre sus actividades promocionales el facilitar el desplazamiento a nuestra provincia de periodistas especializados de todo el mundo, con especial atención a los que trabajan para medios de comunicación con alta repercusión en los mercados europeos más interesantes para nuestro destino. Fijas han sido las acciones de este tipo llevadas a cabo con motivo de la celebración de la Semana Santa y de la Feria de Málaga. Pero a lo largo del año se vienen celebrando otras tantas que tienen que ver con la intención de dar a conocer el potencial de algunos de los segmentos que conforman la oferta turística de la Costa del Sol: golf, idiomas, gastronomía, cultura… que no son tan conocidos como los mundialmente apreciados de la playa y el clima pero que aportan un alto valor al afán de diversificar la oferta con el fin de satisfacer las nuevas exigencias de los turistas.
En el momento de anunciar la próxima llegada de un grupo de periodistas de varios países europeos con motivo de nuestra Feria de agosto, tal día como hoy de hace tres años ofrecí a los medios de comunicación locales los datos del informe Press Trip, que no es otra cosa que la valoración de lo que, con los precios habituales en el mercado, costaría el pago de las apariciones del destino Costa del Sol en los medios para los que trabajan los profesionales que se desplazan a Málaga atendiendo la invitación del Patronato.

Mientras presidí la Diputación tuve dos citas fijas cada año con actos festivos organizados para reconocer y homenajear a los mayores: el Encuentro de la Axarquía, acogido en cada edición por uno de los municipios de la comarca y el almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento a los jubilados y pensionistas de Villanueva del Trabuco, con ocasión de las fiestas patronales de Septiembre. Además, fueron muy frecuentes las ocasiones en las que, por los más diferentes motivos, participé en toda la geografía malagueña en actividades que tenían como protagonistas a los mayores. Aunque no con el carácter de fija, procuré estar presente siempre que me fue posible en el Encuentro de Mayores de varios pueblos de la Sierra de las Nieves que, con la organización de las asambleas locales de Cruz Roja, cada año acogía Alozaina. Como a más edad se percibe que pasa el tiempo a mayor velocidad, nos parece que ocho años es casi nada, pero en el caso que ahora me ocupa fueron suficientes para que entre el primero y el último se produjera un cambio importante en la percepción de los reconocidos y homenajeados en cada ocasión: cada vez me notaba más próximo a ellos. Aunque no es menos cierto que cada vez les observé con mejor aspecto y actitud vital. Parecía que ni a ellos ni a mí causaban perjuicio los años.

Hice antes mención a los encuentros organizados por Cruz Roja. Hace hoy un año que, con motivo de la feria de Casarabonela, las asambleas locales de esta localidad y de Alozaina, ayudadas por los respectivos ayuntamientos, organizaron el encuentro habitual cada año. Aparecen en la fotografía, observados por los directivos de Cruz Roja, alcaldes y concejales competentes en materia de bienestar social, los mayores de los dos sexos elegidos representantes de entre los de su condición de ambos pueblos.