domingo, 17 de abril de 2011

Amparo Cinema

Siempre he pensado que la política desprovista de afectividad produce gestores pero no gobernantes, atendiendo a la consideración (no sé si acertada) que tengo de los primeros como dirigentes que todas las acciones de las que son responsables las orientan en razón de la cuenta de resultados positiva y de los segundos como aquellos que priman el servicio a las personas, incluso cuando del mismo resulta saldo negativo.

En la ventaja que me procura a la hora de engarzar la acción política con los afectos personales siento recompensado el esfuerzo que he realizado en los últimos años por conocer cada uno de los rincones de nuestra provincia y a quienes en ellos viven. Raro es el lugar del territorio malagueño al que no me siento vinculado por vivencias de la más diversa índole, relacionadas con el ejercicio de la responsabilidad política a la que me debo.

Hoy me ha tocado visitar Almáchar, dentro de la agenda de actos relacionados con la presentación de candidaturas para las próximas elecciones locales que los responsables de mi partido han preparado. Con quienes durante muchos años han asumido la responsabilidad de dirigir el Partido Socialista Obrero Español en el blanco pueblo de la Axarquía y con quienes en estos momentos lo dirigen tengo la relación precisa para que cualquier acto político que comparta con ellos esté cargado de emotividad.

Pero es que, además, soy natural de El Borge, localidad a tiro de piedra de Almáchar. Aclaro que con la expresión “a tiro de piedra” señalo de manera metafórica la distancia que separa ambos pueblos, sin que tenga intención de aludir a la peculiar manera de mostrar la rivalidad localista que hace años tenían algunos lugareños.

Pues bien, esa cercanía geográfica hace que tenga recuerdos entrañables de mi infancia, que tienen que ver con las visitas al pueblo vecino con motivo de la feria de verano y la de primavera en honor del Cristo de la Banda Verde, con los informales encuentros de fútbol en el río, cuando los miércoles por la tarde los maestros de ambas localidades nos llevaban “de paseo” a los Cinco Puentes, con las primeras fiestas del Ajoblanco, allá por los finales de la década de los sesenta, con los buenos ratos vividos con los veteranos fiesteros fedatarios de la singularidad de un toque de verdiales aún hoy falto de ubicación…

Y guardo un imborrable recuerdo de cuando de la mano de mi padre recorrí andando los dos kilómetros que separan El Borge de Almáchar para ver por primera vez el cine. “Las minas del Rey Salomón”, fue la película que había programado el propietario del local que, aunque de nombre José y apellido Gutiérrez, en ambos pueblos era conocido como Pepe Santo. También me acuerdo que la segunda película que vi, en el mismo lugar y circunstancias, fue un western: “El último tren a Gun Hill”

Encabezada por Antonio Yuste, hoy se ha presentado en Almáchar la candidatura del PSOE para las elecciones del próximo 22 de mayo. Los componentes de la misma conjugan juventud madura e incipiente juventud, experiencia y expectación, pero están todos impregnados de la ilusión por recuperar para su pueblo el impulso, dinamismo y confianza en sus posibilidades que conoció en dieciséis años de gobierno socialista. Estoy seguro de que lo conseguirán.

El acto de presentación ha tenido lugar en la coqueta y bien dimensionada sala de que dispone una Casa de la Cultura que un alcalde fundamental para Almáchar, Paco Fernández España, levantó en el lugar del viejo y desvencijado cine de Pepe Santo. En el lugar del Amparo Cinema.