lunes, 23 de agosto de 2010

Me arranco por soleá...

... cante que muchos artistas emplean para templarse, porque después de varias semanas apartado de la escritura con destino a este blog no estoy entrenado para largas parrafadas ni para concienzudas consideraciones. Así que, dejándome guiar por la sabiduría incustionable de quienes valoran el flamenco como algo liviano y propenso más a la expresión instintiva que a la inteligente formulación, ahí va mi soleá, que no son más que cuatro versos y treinta y dos sílabas. Fácil, por tanto, de escribir y exenta de trasfondo:

Qué tranquilo vive un hombre
si al mundo le habla de cara
y aunque a la espalda le tiren
de la verdad no se aparta.

Y no vayáis a pensar segundas interpretaciones ni a preguntarme por oculta intencionalidad: sucede que quien al mundo le habla de cara, vive tranquilo. A lo mejor quien tira por la espalda no vive tan tranquilo. Pero eso es asunto para otra soleá. Mientras tanto, cada cual cante la de hoy por el estilo al que mejor se acomode. O que le ponga otra música, si lastima menos sus oídos.