La polémica con relación a la legalidad o no de las candidaturas de los radicales vascos primero, y el terremoto de Lorca y el movimiento del 15M después, han determinado los contenidos de una campaña que ya se adivinaba carente de interés, por cuanto el Partido Popular ha venido, desde hace meses, intentando convertir las elecciones locales en antesala de las generales, y en Andalucía de las autonómicas también, de la primavera de 2012 y el PSOE no ha sido capaz de romper con una intención aviesa que ha dado de lado al debate propio que, en buena lógica, merecen unos comicios en los que se eligen los representantes del pueblo, que debieran ir asociados a proyectos diferenciadores, en ocho mil cien ayuntamientos, trece comunidades y dos ciudades autónomas.
Ese municipalismo del que nos llenamos la boca los miembros de todas las formaciones políticas, y ese estado de las autonomías que todos entendemos como pilar fundamental de nuestro sistema político-administrativo, no han sido tenidos en cuenta en la pasada campaña. Son muchas las debilidades, estructurales algunas de ellas, que lastran la gobernanza local y autonómica. No es mucho exigir, por tanto, que las formaciones políticas, que son gobierno o aspiran a serlo, dispongan de un catálogo de medidas aplicables con carácter general, o al menos de un criterio común que impregne las que en circunstancias particulares se programen o adopten.
Pues aunque nada de eso ha sucedido, no han de tardar mucho en ratificar su profundo sentido municipalista, por ser la local la instancia de gobierno más próxima al ciudadano, y bla, bla, bla… los mismos partidos políticos que en la mejor ocasión para demostrar esa implicación han explicitado, por omisión, un mensaje radicalmente contrario. Y volveremos a escuchar lo de la consistencia del Estado de las Autonomías cuando partidos que son, han sido o aspiran a ser gobierno de alguna de ellas son incapaces de ofrecer un programa con principios básicos comunes para el buen gobierno de todas en el preciso momento en que se trata de elegir la instancia legislativa, que posteriormente elegirá la ejecutiva, de cada una.
Una vez más, por el afán de una formación política de deslocalizar el debate, hemos reducido a la mínima expresión el de las ideas y programas, dejándonos abducir por la estrategia envilecedora de aquélla.
Los socialistas “arbogeños” han conocido un período de dieciséis años en los que cualquier propuesta, crítica, control… es decir, su labor de oposición, ha sido entendida por el gobierno municipal como una ofensa al pueblo. Izquierda Unida en El Borge tiene la marca propia de los dictadores, que confunden su persona con el pueblo y que no sólo rechazan el análisis, el discurso y la acción que se atreven a cuestionar las consignas del “poder superior” sino que los entiende y juzga como delitos de “lesa patria”
Ante tal estado de cosas, el PSOE local se ha rearmado, cerrando filas y aunando el esfuerzo de todos los militantes en favor del objetivo que justifica la existencia de un partido político: servir al pueblo. Para cuando el suyo le conceda el mandato de gobernarlo, Salvador Fernández dispone de un programa intenso pero viable, aunque es consciente de que lo más urgente, y a lo que se aplicará desde el minuto uno, es romper la estéril y perniciosa manía que de catalogar a los ciudadanos entre pros y contras tienen los actuales dirigentes.
Hasta las elecciones locales de 2007, Pizarra era uno de los tres municipios de la provincia de Málaga en los que, habiendo sido la fuerza política más votada en todas las elecciones europeas, generales y autonómicas, el PSOE nunca había ganado en las locales. Hasta que la candidatura encabezada por Paco Vargas lo consiguió. Los socialistas, que ya antes habían tenido responsabilidades de gobierno en base a pactos con otras formaciones, alcanzaron por primera vez la alcaldía de la localidad del Valle del Guadalhorce.
De los seis concejales socialistas que han formado parte del gobierno pizarreño en el mandato que ahora termina, sólo Isabel Lara lo había sido con anterioridad. Pero el ímpetu que les concedía el deseo de responder a la confianza que sus paisanos les habían otorgado superó con creces la inicial inexperiencia y la implicación desde el primer momento ha dado como resultado una acción de gobierno espectacular que se ha extendido de manera equilibrada por los diferentes núcleos urbanos que conforman el municipio.
Paco, sin actividad política alguna antes de aceptar el difícil reto de acabar con la tendencia al principio señalada, interiorizó desde el primer momento el valor democrático de la representación ciudadana y la oportunidad que se le prestaba de rendir culto a su vocación de servicio público, lo que le ha valido para convertirse en un alcalde sólido, que complementa el ejercicio de la dignidad institucional del cargo con la cercanía al ciudadano. Pizarra tiene alcalde para rato, como coloquialmente suele decir el pueblo. En Álora cerré la presencia en una treintena de actos que me han servido para seguir convencido de lo equivocados que están quienes piensan que la existencia misma del que desde hace ciento treinta y dos años es el partido de los socialistas españoles puede estar en riesgo en razón de la coyuntura de unos resultados electorales. Nada podrá con un PSOE unido y una plaza llena de socialistas, como afortunadamente he tenido la ocasión de comprobar en los meses pasados en el territorio de nuestra provincia.
El ejemplo de tantos socialistas abnegados, desprendidos y admirables facilita que cualquier lugar sea apropiado para mostrar el orgullo de la militancia en un partido que ha sobrevivido a las más adversas circunstancias y que, incluso en los peores momentos, ha gozado del respeto de un muy alto porcentaje de la población española. Álora es un ejemplo de cómo el PSOE resiste los momentos difíciles y de que contra la desolación no hay mejor antídoto que la unidad y la generosidad en el esfuerzo. Jesús Mora sabe de cómo levantar un partido de la depresión y volverlo a poner en condiciones de recuperar el crédito de los paisanos. Lugar apropiado, por tanto, para reiterar el orgullo de ser socialista y sentirse compañero de tantos perotes comprometidos con el socialismo y con su pueblo.
Epi es un alcalde ejemplar que, sin poner nunca en peligro el valor que para el gobierno de lo público tiene la cordial interlocución con las instancias competentes en cada materia, mantiene un razonable nivel de exigencia ante cualquier administración en la defensa de los intereses generales de quienes para ello le mandataron. Vive por y para una responsabilidad a la que se entrega en cuerpo y alma. Mantiene la autoridad en sus equipos de gobierno porque utiliza el ejemplo como la más contundente de las invocaciones al esfuerzo en favor de Álora y de quienes en ella tienen la suerte de vivir.
Seguirá siendo alcalde.
Primer acto de campaña: Totalán, 6 de mayo, a las seis de la tarde. En Totalán, a esa hora, no hay “un alma en la calle”, porque entre quienes trabajan en el campo y quienes lo hacen fuera, el pueblo no empieza a recuperar su pulso antes del anochecer. Pero fue buena ocasión para dar un paseo y saludar a las pocas personas, todas mayores, que nos encontramos por la calle después de tomar un café con los compañeros que integran la candidatura socialista y compartir con ellos preocupaciones y propuestas sobre la realidad del pueblo y posibles soluciones a los problemas ahora existentes.
El 1 de mayo tuve la suerte de intervenir en el mismo salón de actos donde cuatro años antes presentamos una candidatura socialista que vivió el privilegio de devolver a Campillos el gobierno socialista que en 2007 perdió por el incomprensible pacto entre Izquierda Unida y el Partido Popular. Bueno, incomprensible para otros lugares, porque en esta comarca de Antequera hay una Izquierda Unida proclive a llevar a la derecha como compañera de viaje en el tránsito a la transformación social que como la única izquierda real pregona. Recuérdense también los casos de Ardales, Mollina y, hace algunos años, Cuevas de San Marcos y Villanueva de Tapia.
Villanueva del Trabuco es uno de los municipios del interior de nuestra provincia en los que mejor se aprecia un imparable proceso de transformación hacia la modernidad. El suelo industrial habilitado por el Ayuntamiento tiene un muy aceptable grado de desarrollo y un buen número de empresas ya implantadas aguardan a otras muchas que están cumpliendo los trámites para hacerlo. Ahí se nota la ocupación principal de un equipo de gobierno consciente de que sólo las oportunidades para el empleo evitarán la regresión económica y la consiguiente inestabilidad social.
Mañana del domingo 17 de abril. En una entrada anterior describí las emociones que me despertó la presencia en un acto de mi partido y en un lugar de tan indelebles recuerdos como el Amparo Cinema.
La participación el 13 de marzo en el acto de presentación de la candidatura de El Borge tenía para mí un previo componente afectivo: acudir al pueblo donde se ha nacido siempre representa un saludable ejercicio de memoria y de encuentro con la identidad propia. Por otra parte, los compañeros habían preparado el descubrimiento de una placa en recuerdo de Salvador Román Marín, que desde ese día da su nombre a la Agrupación. Román fue uno de los afiliados más comprometidos con el Partido que hasta ahora he conocido y una persona desprendida. A pesar de militar desde mucho antes de la llegada de la democracia, nunca tuvo cargo orgánico ni jamás solicitó el auxilio del Partido.
El 23 de Enero pasado intervine en Fuente de Piedra en el acto de presentación del compañero Paco Hidalgo como candidato a revalidar la Alcaldía que ahora mismo desempeña. Paco, que aparece en el centro de la fotografía, es de admirar por muchas razones. Como su pueblo lo sabe, estoy seguro de que va a seguir siendo Alcalde cuatro años más y los que vengan después. A mi derecha en la fotografía está la compañera Eufemia Díaz, que ejerció de mantenedora del acto y que va de candidata número cinco. De número dos va en la candidatura del PSOE Yolanda González, que en el mandato que ahora termina ha ejercido la Alcaldía Accidental durante algunos meses. En la candidatura villafontense se puede apreciar algo que empieza a ser normal en muchos de los pueblos de nuestra provincia: el número nueve es John Derek Fourne - Bryant.
El once de marzo tocó una de las plazas en las que más sentido encuentro al respaldo que con la presencia podamos prestar a los compañeros del lugar. No podía dejar de atender la invitación del compañero Cristóbal Bonilla para que interviniera en la presentación de la candidatura que encabeza en Alhaurín el Grande (Hago un inciso: los habitantes de este hermoso pueblo del Valle del Guadalhorce, cuando hablan entre ellos de su pueblo se refieren al "lugá", lo que siempre me ha gustado porque ese término es el que, hasta hace unos años de modo habitual y más raramente ahora, hemos utilizado los naturales de El Borge cuando entre nosotros hemos hablado de nuestro pueblo. Pasa también en Casabermeja) Parece ser que el Alcalde, que seguramente ostentará el lamentable privilegio de ser el único ciudadano español que ha podido presentarse como candidato en dos elecciones locales estando en libertad bajo fianza, dio profusa difusión a mis palabras, porque parece ser que no le gustaron. A mí tampoco me gusta él. Cristóbal Bonilla merece ser Alcalde de su pueblo porque es una persona honesta, un técnico solvente, un político comprometido, y un alhaurino que nunca utilizará su pueblo como coraza de sí mismo, como hacen otros.