Es inconstestable que para una una formación política resulta imposible cumplir la encomienda constitucional de servir de vehículo para la participación de los ciudadanos en la vida pública si carece de militantes, porque todavía no se ha conseguido que las herramientas tecnológicas sustituyan a las personas en la siempre compleja misión de trasladar a la sociedad las propuestas y actuaciones que con el gobierno de ella tienen que ver.
Es inevitable pensar que si el Partido Socialista Obrero Español mantuviese en todo momento la tensión que muestra en el tiempo electoral no sólo conseguiría fortalecer la propia estructura sino que estaría en disposición de prestar un mejor servicio a la sociedad, porque ampliaría su presencia en el territorio y la cercanía a quienes en él viven.
No me hacía falta, pero la experiencia de los últimos días me reafirma en la personal convicción de que la política es necesaria, absolutamente imprescindible, para quienes no tienen la posibilidad de llegar con sus solos medios al espacio que les corresponde en una sociedad justa. Lo estoy viendo en decenas, en cientos de ojos que miran con esperanza, y en las manos que aprietan confiadas la mano que nunca podrá ofrecerles una máquina.
El pasado 29 de abril, en Cuevas Bajas, escuché uno de los más emocionantes halagos de entre los que he tenido la suerte de recibir. En la introducción al acto de presentación de la candidatura, Manuel Lara, actual primer teniente de alcalde, dijo refiriéndose a mí: "Muchos hemos visto a Salvador no como Presidente de la Diputación sino como un concejal más de nuestros pueblos" Objetivo cumplido, Manolo. He puesto mucho empeño en conseguir que se me advirtiese tal y como dices que muchos me habéis advertido.
Manolo Ginés, alcalde y candidato a seguir siéndolo, llegó en 2007 a la alcaldía de su pueblo condicionado por el mayor de los problemas que en verano puede sufrir un pueblo: la falta de agua potable. Lo superó con entusiasmo y con paciencia. Hoy, Cuevas Bajas tiene un abastecimiento normalizado, además de una extraordinaria gestión que Manolo se encargó de relatar al auditorio, apoyándose en fotografías cuya explicación hacía compatible con la atención a su hijo pequeño.
Manolo seguirá cuatro años más como alcalde de su pueblo. Lo merecen. Él y los cueveños.
De la Vega de Antequera a la Axarquía, porque el sábado 30 de abril presentábamos la candidatura del PSOE para Sedella. Tras veinte años de alcalde de la localidad, Paco Gálvez cede la aspiración a ganar la alcaldía a un joven José Antonio Gutiérrez, que vuelve a la tierra de su padre, a la que nunca ha dejado de considerar como la suya.
Sedella es, con una población algo superior a los seiscientos habitantes, ejemplo del buen momento que viven nuestros pueblos. Hace unos meses estuve de visita institucional y tuve la ocasión de visitar: restaurante-museo de la gstronomía axárquica, casa de la juventud, cochera-almacén municipal, reconstrucción ornamental del antiguo lavadero público, centro de salud, nueva casa-ayuntamiento y nuevo acceso a la localidad por La Ermita. Todas las actuaciones en ejecución o recién terminadas. En un pueblo de seiscientos habitantes, repito.
Paco ha sido un buen alcalde para Sedella. Consciente de que los habitantes de su localidad debían ser tomados de uno en uno en sus derechos y que la suma de todos, por dar como resultado un número bajo, no podía traer consigo la desigualdad de oportunidades con relación a los miles de habitantes de cualquier otro lugar. José Antonio va a ganar la confianza de sus paisanos y la honra de servir al pueblo de sus antepasados desde una alcaldía que ejercerá con cercanía y solvencia.
El 1 de mayo tuve la suerte de intervenir en el mismo salón de actos donde cuatro años antes presentamos una candidatura socialista que vivió el privilegio de devolver a Campillos el gobierno socialista que en 2007 perdió por el incomprensible pacto entre Izquierda Unida y el Partido Popular. Bueno, incomprensible para otros lugares, porque en esta comarca de Antequera hay una Izquierda Unida proclive a llevar a la derecha como compañera de viaje en el tránsito a la transformación social que como la única izquierda real pregona. Recuérdense también los casos de Ardales, Mollina y, hace algunos años, Cuevas de San Marcos y Villanueva de Tapia.
Jesús, Antonio, Andrés, Diego, Isabel, Rosa, Loli y Mari Carmen conforman un equipo humano y político extraordinario. Han llevado a cabo en los últimos cuatro años una gestión modélica en la provisión de infraestructuras y equipamientos, en la extensión y mejora de los servicios, en deportes, cultura, mayores, igualdad, educación... No ha quedado una demanda colectiva sin atender ni una posibilidad de futuro sin contemplar.
Ahora, Jesús encabeza una candidatura renovada desde el consenso: tres de los actuales concejales repiten en la candidatura, pero de suplentes. Un grupo joven, preparado y socialmente muy comprometido comparte con el que será su alcalde un objetivo primordial, una irrenunciable aspiración, una entendible obsesión: ofrecer a sus paisanos nuevas oportunidades de empleo. Con las bases que están poniendo, tendrán fácil alcanzar sus aspiraciones apenas se vislumbre la salida de esta larga e insufrible crisis. Los campilleros lo saben y lo van a validar con su apoyo.