Afortunadamente, y así sucede cada cuatro desde hace treinta y dos años, el próximo 22 de mayo hay elecciones locales. Ni más ni menos importantes que cualesquiera otras, que todas son igualmente necesarias para la democracia, pero con el carácter especial que les presta la posibilidad (que no debiéramos desaprovechar) que se nos brinda de elegir a quienes van a tener la responsabilidad de gobernar nuestro más inmediato entorno o de controlar a quienes lo gobiernen, a quienes conocemos y vamos a tener la oportunidad de trasladar nuestras propuestas, quejas o sugerencias (sería bueno que también las felicitaciones si las merecen) cuando tengamos necesidad de hacerlo, aunque condicionados por la dimensión de la localidad en ambos casos y, en el segundo, por la mayor o menor cercanía que como patrón de conducta adopten los finalmente elegidos.
He de reconocer que no teniendo apenas motivos de insatisfacción en el ejercicio de las responsabilidades institucionales, no hay actividad que me procure mayor bienestar mental y emocional que hacer apología de la política y propaganda de mi partido. Porque a estas alturas de la vida nada me prohíbe sentirme orgulloso tanto de mi condición de político como de la militancia en el Partido Socialista Obrero Español. Y mientras más ruido haga la artillería enemiga más alto lo voy a decir.
Así que desde hace ya algunos meses estoy inmerso en la precampaña electoral, participando en los actos que se programan para presentar las candidaturas socialistas. Ayudando en lo que puedo a compañeros y compañeras en los que voy apreciando muchas virtudes, pero sobre todas sobresalen la ilusión por el servicio público y el compromiso con el socialismo democrático y con sus pueblos.
El 23 de Enero pasado intervine en Fuente de Piedra en el acto de presentación del compañero Paco Hidalgo como candidato a revalidar la Alcaldía que ahora mismo desempeña. Paco, que aparece en el centro de la fotografía, es de admirar por muchas razones. Como su pueblo lo sabe, estoy seguro de que va a seguir siendo Alcalde cuatro años más y los que vengan después. A mi derecha en la fotografía está la compañera Eufemia Díaz, que ejerció de mantenedora del acto y que va de candidata número cinco. De número dos va en la candidatura del PSOE Yolanda González, que en el mandato que ahora termina ha ejercido la Alcaldía Accidental durante algunos meses. En la candidatura villafontense se puede apreciar algo que empieza a ser normal en muchos de los pueblos de nuestra provincia: el número nueve es John Derek Fourne - Bryant.
El seis de febrero tocaba presentar la candidatura en Mollina y ahí estoy, dirigiéndome a los asistentes que abarrotaron el salón de la Casa de la Cultura. Recuerdo que intervine en primer lugar porque otras obligaciones me reclamaban en Málaga. A la hermandad política con los socialistas de esta localidad uno la coincidencia de que, al igual que ocurrió en mi pueblo en las últimas elecciones, Izquierda Unida ha impedido que el PSOE gobierne el Ayuntamiento mollinato, a pesar de haber ganado las elecciones en 2003 y 2007. En las últimas se quedó a sólo cuatro votos de alcanzar la mayoría absoluta. En ambas ocasiones, la que se llama izquierda real quitó la alcaldía a los socialistas, amparándose en un pacto con el Partido Popular, que debe ser allí en Mollina un muy leal colaborador de la izquierda transformadora, a la vista del prolongado idilio entre ambas formaciones. Encabeza la candidatura Eugenio Sevillano que es el actual portavoz socialista en el Ayuntamiento. Joven, experimentado, inteligente y apasionado por su pueblo: el próximo Alcalde de Mollina.
El once de marzo tocó una de las plazas en las que más sentido encuentro al respaldo que con la presencia podamos prestar a los compañeros del lugar. No podía dejar de atender la invitación del compañero Cristóbal Bonilla para que interviniera en la presentación de la candidatura que encabeza en Alhaurín el Grande (Hago un inciso: los habitantes de este hermoso pueblo del Valle del Guadalhorce, cuando hablan entre ellos de su pueblo se refieren al "lugá", lo que siempre me ha gustado porque ese término es el que, hasta hace unos años de modo habitual y más raramente ahora, hemos utilizado los naturales de El Borge cuando entre nosotros hemos hablado de nuestro pueblo. Pasa también en Casabermeja) Parece ser que el Alcalde, que seguramente ostentará el lamentable privilegio de ser el único ciudadano español que ha podido presentarse como candidato en dos elecciones locales estando en libertad bajo fianza, dio profusa difusión a mis palabras, porque parece ser que no le gustaron. A mí tampoco me gusta él. Cristóbal Bonilla merece ser Alcalde de su pueblo porque es una persona honesta, un técnico solvente, un político comprometido, y un alhaurino que nunca utilizará su pueblo como coraza de sí mismo, como hacen otros.