El día quince de julio de dos mil tres, el siguiente al de la toma de posesión como Presidente, comparecí ante los medios de comunicación para informar de la composición del gobierno de la Diputación de Málaga, que respondía al acuerdo entre las direcciones del Partido Socialista Obrero Español e Izquierda Unida, que con catorce y dos diputados, respectivamente, alcanzaban la mayoría legal de los miembros de la Corporación Provincial.
Correspondiendo por el mentado acuerdo la segunda vicepresidencia a Izquierda Unida, nombré para la tercera a Marisa Bustinduy y a Juan Fraile, que me había antecedido en la presidencia, para la primera. Desde que amplié a la provincia el ámbito de la actividad política que desde hacía unos años venía desarrollando en Ardales, Juan fue compañero en la exacta dimensión del término. Al poco tiempo incorporé a esa consideración a Marisa. Del trabajo político que juntos programamos y llevamos a cabo se han derivado resultados positivos unos, otros que no tanto y algunos para olvidar. Las circunstancias acaban interfiriendo hasta el punto de evitar la correcta aplicación de los proyectos. Nadie de la organización socialista en Málaga pone en duda que nos dejamos la piel en el intento de que no fuera así. Y en el compromiso con el PSOE y con Málaga seguimos, desmintiendo la creencia extendida de que en la gradación de las malas relaciones personales ocupa el primero de los lugares la de los “compañeros de partido”.
Hoy hace un año que en la sede del Patronato de Turismo, acompañado por un representante de Air Maroc, daba a conocer en rueda de prensa el inicio de la conexión aérea diaria entre Málaga y Casablanca, vuelo muy demandado por el sector empresarial, turístico y profesional de nuestra provincia. Como pude apreciar en algunas actividades de promoción en el país del otro lado del Estrecho, es creciente el interés que despierta nuestra provincia como destino vacacional en la emergente clase media marroquí. También comprobé que, en muy poco tiempo, Marruecos puede convertirse en un fuerte competidor de la Costa del Sol.
Esa misma mañana, siguiendo una costumbre ya comentada en otro de los relatos de esta serie, recibí a un grupo de cuatro niñas y otros tantos niños palestinos que pasaban sus vacaciones en el Centro Cívico de la Diputación, en el mismo lugar en el que todos los años pasan algunos días de sus “Vacaciones en paz” los niños saharauis que cada verano vienen a las casas de muchas familias malagueñas. Cada vez que he tenido la ocasión de estar cerca de grupos infantiles procedentes de lugares en los que el bienestar escasea o es inexistente ha servido para convencerme de que son muchas las ocasiones en las que entendemos la solidaridad como esporádico remedio ante la culpa por ser parte de un mundo que ignora que existen otros. También lo pensé, por supuesto, cuando recibí a los de la fotografía. Tan palestinos y tan niños.
Uno de los programas de formación para el empleo más elaborado en su desarrollo y con mayor aceptación de los destinatarios de entre los que ha venido llevando a cabo la Diputación en los últimos años ha sido RETOS, la Red por el Empleo en Territorios Socialmente Responsables. Casi seiscientas personas en riesgo de exclusión por la falta de empleo recibieron formación para el mismo. En una jornada de seguimiento de los trabajos estuvieron presentes el Consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, y el actual Ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui. El Secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, y la Rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, me acompañaron en la inauguración del Congreso de Clausura y como acto de cierre se firmó el Pacto Provincial por el Empleo entre la Diputación, impulsora del Programa, y los presidentes de los siete grupos de desarrollo y dos mancomunidades de municipios que actuaron como agentes colaboradores.
El quince de julio de dos mil diez, en un hotel de Antequera, tuvo lugar una de las varias sesiones de trabajo de carácter comarcal. La importancia del Programa, derivada tanto de los objetivos perseguidos como de la seriedad y rigor con los que se venía ejecutando, propició que todas las autoridades con las que en algún momento contactamos estuvieran interesadas en participar en los actos a celebrar. En aquella jornada de hace un año en Antequera, junto al entonces Alcalde, Ricardo Millán, participó el Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio.