En la mañana del siete de julio de dos mil cuatro, pocos de los cientos de empleados de la Diputación de Málaga ubicados en la antigua sede de la Plaza de la Marina estaban concentrados en sus tareas. El anuncio de la visita de Antonio Banderas les había movido la curiosidad y el deseo de saludar, o al menos ver, a un paisano apreciado tanto por sus éxitos artísticos como por el afecto, siempre explicitado, por su tierra y por su gente. Mientras que permanecimos en el despacho de Presidencia, algunas de las empleadas esperaban expectantes la salida del actor con el ánimo de ver de cerca a quien tanta admiración despierta y aprovechar la ocasión para fotografiarse con él. Lo consiguieron, porque Antonio dio todo el rato muestras de una simpatía y accesibilidad extraordinarias.
El motivo de la visita era la presentación que, de su proyecto de construcción de un teatro en Málaga, Banderas estaba haciendo a las instituciones públicas, con la intención de recabar la colaboración necesaria. Por entender que se trataba de una iniciativa muy interesante, comprometí la colaboración de la Diputación y en el presupuesto de la misma para dos mil cinco se incluyeron seiscientos mil euros para la redacción del proyecto técnico. Los mismos que posteriormente se desprogramaron porque la idea, por desgracia, no cuajó. Obsequié a Antonio con dos reediciones de obras de Luís Cernuda y la reproducción facsímil de unas revistas literarias editadas por Manuel Altolaguire y Concha Méndez en Cuba.
De entre los muchos motivos de satisfacción que el gobierno de la Diputación los últimos ochos años nos ha proporcionado, sin duda que ocupa lugar importante el prestigio alcanzado por el Sistema de Información Territorial y la consiguiente demanda de colaboración por parte de instituciones, entidades y colectivos. El viernes siete de julio de dos mil seis firmé con los presidentes de los siete grupos de desarrollo de nuestra provincia un convenio para facilitar la transferencia de información, por coincidir en la necesidad de que la actuación sobre el territorio requiere de un conocimiento de las características, potencias y capacidades del mismo.
El mismo día, acompañado de Jesús Mora, presenté el cartel de la feria taurina de agosto, para el que se había elegido por la empresa una pintura de Félix Revello de Toro. Por la tarde, en Villanueva del Rosario, participé en la entrega de premios del Concurso de Jóvenes Intérpretes, actividad incluida en el programa de actos del Festival de Música debido al empeño de Encarnación Martínez, alcaldesa convencida de que un pueblo siempre ha de buscar la singularidad y de que ésta siempre tendrá un valor especial si se encuentra en la cultura.
Hoy hace un año que, en el edificio del Rectorado de la Universidad de Málaga en el Paseo del Parque, se llevó a cabo el V encuentro del Foro Metropolitano de Alcaldes, espacio de debate y formulación de propuestas habilitado por la Fundación Ciedes y la entonces Asociación, y ahora también Fundación, Madeca. En esta edición, el tema propuesto era la energía y todo lo que tiene que ver con la eficiencia en la utilización de la misma por parte de la administración local. Representando a la Diputación, expuse el trabajo llevado a cabo para dotar a la totalidad de municipios de la provincia del correspondiente Plan de Optimización Energética y de como la implicación de los gobiernos de muchos de ellos estaba propiciando que se estuviesen llevando a cabo las inversiones previstas para reducir el consumo y la factura energética. Entre los asistentes se encontraba Pedro Fernández, alcalde de Colmenar, el primero de los municipios malagueños en implantar en su totalidad el contenido de su Plan de Optimización Energética.